Consejos para evitar procrastinar en el día a día
¿Alguna vez has decidido dejar una tarea para “más tarde” o “mañana” y cuando llega el momento de hacerla la sigues posponiendo? si la respuesta es afirmativa, no te preocupes, es una situación que todos hemos vivido, en muchas ocasiones lo relacionamos con pereza o falta de ganas, sin embargo, es importante evitar procrastinar durante el día.
La palabra procrastinar se ha vuelto muy común, pero poco se sabe de su significado, el cual simplemente es dejar para otro día las cosas que sabes que tienes que hacer en el presente, está malinterpretado su concepto, ya que para algunos es una enfermedad, para otros un defecto de carácter, cuestiones de pereza, debilidad de energía e incluso puede llegar a confundirse como atributos del comportamiento y de la personalidad, cuando en realidad es una manifestación psicológica de nuestro cerebro y hace parte de la condición humana, está relacionado con las emociones, es justo aquello que nos cuesta expresar con palabras y quiere darnos una señal: no hay motivación para realizar la tarea o no hay compromiso, estás cansado o bloqueado.
En otras palabras, es una manera de responder y enfrentar emociones desafiantes y estados de ánimo negativos causados por ciertas tareas, puede tratarse de aburrimiento, ansiedad, inseguridad, frustración, resentimiento y mucho más.
Sin embargo, afirmar que es una situación que no está relacionada con la pereza y demás supuestos, no quiere decir que sea una conducta buena ni nada por el estilo, de hecho, es un problema que poco a poco se engancha más y más y probablemente cause efectos negativos en nuestra cotidianidad, ya que somos conscientes de que algo anda mal y puede causar sensaciones de nerviosismo y culpabilidad al no poder terminar una tarea importante, por eso, lo ideal es evitar procrastinar y reconocer mucho más sobre este tema para llevar a cabo acciones que nos permitan salir de allí.
Reconoce algunas causas importantes
Es difícil comprender y determinar las causas específicas por las cuales caemos en la procrastinación, ya que existen distintos escenarios, por ejemplo, algunas personas son muy perfeccionistas y prefieren no empezar una tarea por miedo a no poder finalizar y obtener los resultados que ellos pretenden con la perfección que les gustaría hacerlo. De esta manera el cerebro hace su trabajo y termina convenciendo a la persona de que lo mejor es desarrollar ese trabajo en otro momento.
En otras circunstancias, algunas personas se encuentran con inseguridades y empiezan a pensar que las tareas son demasiado complicadas y que no van a poder llevarlas a cabo, no saben por dónde empezar, creen que no podrán hacerlo y por eso resultan aplazando eso para otro momento.
A pesar de reconocer estos casos, es importante reconocer otras causas comunes de la procrastinación para ejecutar los consejos que te contaremos en este texto, por eso, hemos realizado una lista de las causas más comunes que se pueden tener en cuenta para evitar procrastinar:
1. Miedo al fracaso:
Puede suceder esto en las personas de baja autoestima y poca tolerancia a la frustración.
2. Frustración:
Está directamente relacionada con que las tareas a realizar les parecen poco atractivas, inservibles, innecesarias o simplemente no te fluyen de la mejor manera.
3. Indecisión:
Esta causa es recurrente en personas perfeccionistas, aquí constantemente el procrastinado impone dudas para afrontar la tarea y considera que nunca es suficiente lo que realiza para cumplir una expectativa o meta, lo cual resulta en un aplazamiento constante de la actividad.
¿Qué hacer para evitar procrastinar durante el día?
Claramente no es tan fácil como muchos creen, en términos generales, para evitar procrastinar debes trabajar en tu productividad y disciplina , pero además de esto, existen una serie de consejos que pueden ayudarte a superar esta condición:
1. Da un primer paso.
Si temes a una tarea sin importar el por qué, plantéate trabajar solo 5 minutos y dejarlo. Cuando empiezas a trabajar en ello, el miedo se desvanece y coges inercia para continuar y terminar el trabajo. Deja de pensar y hazlo.
2. Establece rutinas.
Convierte las tareas en algo de todos los días, así terminarás haciéndolas sin pensar tanto en el esfuerzo. Las rutinas son hábitos o costumbres que haces de forma casi inconsciente y simplifican tu vida.
3. Toma decisiones.
En muchas ocasiones piensas tanto una tarea que la vas aplazando inconscientemente, así que dedica un par de minutos para aclarar qué significa esa tarea y toma una decisión al respecto. Puede que al final decidas demorarla de una manera racional y así no te sentirás mal por ello.
4. Lleva un seguimiento de tu tiempo.
Anota en algún sitio qué tareas realizas cada día y cuánto tiempo has dedicado a cada una, de esta manera, creas un compromiso interno que te hace ser más responsable con respecto a cómo lo utilizas.
5. Aprende a decir no.
Es posible que muchas de las tareas que pospones y pospones reiteradamente son compromisos que te has buscado por no saber decir que no.
6. Divide el trabajo en tareas pequeñas y concretas.
Puede que un proyecto grande y complejo te resulte abrumador y por eso te de miedo, en cambio, al dividirlo en pequeñas tareas consigues ver un camino más claro y la resistencia disminuye.
7. Establece una recompensa para cuando termines esa tarea que se resiste.
Para evitar procrastinar, busca una forma de motivarte pensando en lo que harás después de hacerla, encuentra algo que realmente te apetezca, te relaje y no suponga ningún esfuerzo. Define tus propios incentivos.
Sin duda, superar la procrastinación te hará sentir mejor contigo mismo. Al lograr completar tus tareas podrás gestionar y aprovechar mucho más el tiempo, te sentirás más productivo y todo fluirá de la mejor manera.