La Prospectiva: herramienta para construir el futuro
El futuro siempre ha sido una fuente de inquietudes y preocupaciones para los seres humanos. Desde los inicios de la historia, las personas desde la prospectiva, han intentado saber qué puede suceder en el futuro, y por ello consultaban a los oráculos.
Sin embargo, en esta perspectiva, el futuro era uno solo y no se podía modificar. Hoy en día, en cambio, se trabaja con la idea de posibilidad, pues se piensa que el futuro depende de las acciones que llevemos a cabo en el presente.
Esto ha dado lugar a una disciplina reciente que es fundamental en el ámbito empresarial, especialmente en contextos tan inciertos como los que estamos viviendo en la actualidad.
Se trata de la Prospectiva, un campo que nació tras la Segunda Guerra Mundial y sobre la cual se conversó en el seminario “La Prospectiva: herramienta para construir el futuro”, el cual fue impartido por las doctoras Jilma Alvarado Lizcano y Mari Sol Sánchez Álvarez, y celebrado virtualmente por BIU University.
Pero ¿qué es la Prospectiva? Este término suele confundirse con otros cercanos como la Planificación y la Estrategia, con los cuales se complementa.
Todos tienen en común apuntar hacia el futuro; sin embargo, se ocupan de aspectos diferentes en esta compleja tarea.
La Prospectiva, que etimológicamente significa “mirar hacia adelante”, consiste en aclarar el presente a la luz de los futuros posibles.
La Estrategia, por su parte, es el conjunto de acciones, trayectorias y recursos que se espera ejecutan.
La Planificación, por último, es el proceso por el cual se toman decisiones para lograr el futuro deseado, incluyendo aspectos como la asignación de recursos, metas o responsabilidades, es decir, todo un proceso de toma de decisiones con miras al cumplimiento de objetivos futuros.
En este sentido, estas tres áreas pueden trabajar de la mano para cumplir los objetivos que se trace una organización. La Prospectiva involucra preguntas sobre quiénes somos y qué puede acontecer en el futuro. La Estrategia se pregunta qué podemos y vamos a hacer. Por último, la planificación dice cómo se van a materializar las acciones.
De este modo, la Prospectiva se caracteriza por tener un enfoque global de largo plazo, con variables cualitativas y subjetivas, en el que el futuro es la razón de ser del presente y está abierto a múltiples posibilidades que dependen de la proactividad.
Aplicada a la gestión empresarial, la Prospectiva se concentra en un proceso de aprendizaje colectivo en el que hay una reflexión sobre cómo se espera que sea el futuro para una organización.
Para aprender a aplicar la Prospectiva en el ámbito profesión al frente de compañías, te invitamos a ver el conversatorio completo aquí: Prospectiva, herramienta para construir el futuro